Qué hay que saber para trabajar con un asesor de arte – El punto de vista del artista
¿Por qué son importantes los asesores de arte en el mundo del arte?
Tras la deslumbrante superficie del mercado del arte contemporáneo existen asuntos que son un enigma. ¿Cómo exactamente es que los artistas logran que sus obras pasen del estudio a los hogares de los coleccionistas o a las salas de los museos? Bueno, esto tiende a ser un proceso envuelto en misterio para aquellos que no pertenecen al mundo del arte, e incluso para los que sí forman parte de él. Sin embargo, en lo que sí hay un consenso, una realidad que se ha aceptado y documentado en el mercado del arte contemporáneo, es quién pagó, cuánto pagó y por qué lo pagó. Todos los días los artistas, las galerías y los coleccionistas se comunican para modelar el mercado del arte contemporáneo y en este artículo haremos un breve análisis sobre cómo surgen estas interacciones y sobre el importantísimo rol que tienen los consultores de arte en la creación y la interacción de todas las partes.
El mercado del arte no se parece a ningún otro mercado internacional. El arte se comercia, se vende y se compra por medio de casas de subastas, galerías, colecciones privadas y museos, a menudo con la ayuda de consultores de arte, curadores y expertos en arte en general. Los consultores de arte son una pieza fundamental dentro del mundo del arte, ya que asesoran a los clientes, negocian con las galerías, presentan ofertas en las subastas y son intermediarios entre los compradores y los expertos del mercado. Por lo tanto, gran parte de la singularidad del mercado del arte se deriva del hecho de que muchos coleccionistas y compradores de arte no pueden evaluar la calidad de las obras de arte si no cuentan con la orientación de los expertos; incluso el coleccionista más consumado del arte contemporáneo puede confundirse con frecuencia. Dado que el arte es un activo intangible con algunas características particulares de valor añadido, es difícil para muchos coleccionistas y compradores entender la diferencia entre la calidad de las distintas obras y, por lo tanto, confiar en sus asesores de confianza para que les ayuden a sortear las complejidades del mercado del arte y lograr el objetivo de contar con una colección personal bien curada.
Algunas de las preguntas que con más frecuencia hacen los coleccionistas y compradores de arte a los consultores son: ¿Hay algún concepto subyacente a la obra de arte? ¿Cómo se relaciona con otras obras? ¿El precio es razonable? ¿Cómo se verá esta pieza con las otras? Los coleccionistas y compradores de arte necesitan que se les expliquen muchos aspectos de las obras pues temen malgastar su dinero en obras que no lo merecen y muchas de las instituciones y prácticas del mercado del arte giran en torno a la prestación de este tipo de servicios.
¿Cómo eligen los coleccionistas y compradores de arte las obras que compran, con o sin la ayuda de un asesor de arte?
En primer lugar, los coleccionistas y compradores de arte utilizan marcas como una entidad certificadora de calidad en una multitud de entornos diferentes. En el mercado del arte hay dos marcas destacadas: la galería y el artista. Las marcas de las galerías provienen de un sistema jerárquico profundamente organizado en el que la posición que ocupan en esa «burocracia» seduce a los coleccionistas. Para muchos coleccionistas la reputación de una galería es el aspecto más importante a la hora de elegir una, por lo que el estatus de una galería es un asunto increíblemente importante. Los artistas, al igual que las galerías, también son marcas, sobre todo cuando alcanzan un cierto nivel de renombre dentro del mundo del arte. El estatus tiene dos vertientes esenciales en su obra: su valor y su reconocimiento. Por lo tanto, una galería importante puede fomentar la relevancia de un artista que ha sido representado en el mercado del arte contemporáneo, y la relevancia de la marca de un artista puede captar a los coleccionistas y compradores más valiosos.
Otro aspecto a destacar de las marcas en el mercado del arte contemporáneo es la característica de «premio gordo», en la que una gran parte de las inversiones en arte se centran en una pequeña cantidad de artistas. Este aspecto siempre ha sido una característica estructural del mercado del arte. Los coleccionistas y compradores de arte asocian habitualmente la autoría de un artista con la calidad de sus obras; por lo tanto, las compras se centran en ciertos artistas y en las galerías específicas que los representan. Esta tendencia se ha intensificado sobre todo en los últimos tiempos a causa de la globalización del mercado del arte contemporáneo.
¿Qué es un consultor de arte y cuál es su papel en el mercado del arte?
Un consultor de arte es un experto en el mundo del arte. Todo consultor de arte sabe de arte tanto del pasado como del presente, y tiene las habilidades necesarias para evaluar todos los géneros de las obras. Tiene la capacidad de reconocer la autoría, definir la autenticidad y emitir un juicio preciso de la calidad de todas las obras de arte que analiza. Además, un consultor de arte suele tener experiencia profesional en una galería o un museo, o en un cargo anterior de gestión de arte. Por lo tanto, un consultor de arte debe entender el valor de mercado de una obra de arte, llevar a cabo un proceso adecuado de fijación de precios, calidad y origen, y ser un buen negociador. Un buen asesor de arte también debe saber qué hacer después de la transacción (por ejemplo, enmarcar, instalar, iluminar la obra, asegurar, catalogar y prestar piezas de la colección a otras galerías o museos).
El rol fundamental de un consultor de arte es el de ayudar a sus clientes a encontrar su rumbo dentro del complejo laberinto que es el mundo del arte. Sin embargo, las razones exactas que atraen a una persona a un consultor de arte pueden ser distintas. Por ejemplo, es posible que un comprador tenga poca experiencia en la colección de obras de arte y necesite contar con orientación y con ayuda para encontrar las mejores galerías y casas de subastas. Los consultores de arte pueden facilitar el proceso de colección al investigar las galerías a visitar y la concertar citas. Además, es bien sabido que el mercado del arte se sustenta mucho en las relaciones. Si bien un coleccionista de arte puede saber qué obra le gusta, suele suceder que solo un consultor de arte que tenga las relaciones correctas logra tener acceso a la información necesaria para comprar una obra específica. Las galerías suelen vender solamente a sus clientes más leales o de alto perfil, lo que hace difícil para los nuevos compradores tener acceso a las obras que les interesan. Por otra parte, un consultor de renombre puede utilizar sus contactos para hacer más corto el camino hacia las obras de arte que normalmente están reservadas a clientes selectos. Además, un consultor de arte puede ayudar a un coleccionista de arte a desarrollar un gusto específico, por ejemplo, invirtiendo en arte contemporáneo en lugar de en arte renacentista. Sin embargo, la desventaja de confiar en un consultor de arte es que el viejo lema «compra lo que te gusta» se pierde cuando el experto del mercado aconseja al comprador sobre qué es lo que debe comprar. El resultado es que la colección de arte se ha hecho cada vez más homogénea y ecléctica, y las colecciones individuales se han vuelto cada vez menos comunes.
¿Cuál es la diferencia entre un consultor de arte y un comerciante de arte?
Existe una diferencia muy importante entre los consultores de arte y los comerciantes de arte. Aunque ambos cuentan con la experiencia necesaria para diseñar una colección de arte impresionante, ambos representan, y reciben una remuneración, de parte de un participante diferente en el mundo del arte. Un consultor de arte trabaja para clientes individuales, guiándolos de manera neutral en el proceso de compra de una sola obra de arte o en la elaboración de una colección completa. Por el contrario, la responsabilidad de un comerciante de arte es hacia los artistas a los que representa y sus respectivas obras. Los artistas les pagan con un porcentaje, generalmente 30% – 60% de las ventas de sus obras.
En conclusión, coleccionar arte es una práctica que está en auge alrededor del mundo debido, principalmente, al aumento de las ventas de arte en línea y al nacimiento de nuevas colecciones y museos privados. Así, con el aumento de coleccionistas y compradores de arte, surge la demanda de expertos que puedan ayudar en el proceso. Los consultores de arte son una herramienta indispensable para cualquier comprador que se toma en serio la obtención de una magnífica colección de obras de arte que enriquecerán una casa en el presente y enriquecerán al propietario en el futuro.
LEWIS, Chiara. Qué hay que saber para trabajar con un asesor de arte – El punto de vista del artista. 2019. https://www.agora-gallery.com/advice/blog/2019/09/09/que-hay-que-saber-para-trabajar-con-un-asesor-de-arte-el-punto-de-vista-del-artista/?lang=es