Pintar El Picacho, la pasión de Chucho desde hace 365 días

Pintar El Picacho, la pasión de Chucho desde hace 365 días

Es una secuencia que estará exhibida en la Feria ARTBO Fin de Semana en Bogotá.

 

El artista Jesús Cataño pinta desde hace 27 años. Los primeros pasos los dio en Apartadó, su tierra natal.

Desde febrero de 2021, Jesús Cataño, Chucho, visita el puente de Punto Cero. Llega a eso de las 9:00 de la mañana y se instala en el tercer nivel del costado noroccidental: arma una silla de plástico, saca del bolso pinceles, pinturas y lienzos. Ahí, sentado, Chucho retrata el cerro El Picacho.

Este puente se convirtió en su estudio al aire libre. Más que pintar, él narra esa atmósfera de lo que ocurre en las comunas 6 y 7 de Medellín, porque no siempre el paisaje es igual, ni los colores son los mismos. Hay días en los que el caserío contrasta con el verde de la montaña y el cielo. Otros en los que se pierde en medio de la nubosidad.

Chucho saca de un estuche de madera un cuadro de 19 por 27 centímetros, es una tela de lino holandés. Dibuja el boceto y comienza a pintar. La técnica que utiliza es el óleo. La gama de colores se mueve entre los amarillos, azules y rojos. Sin embargo, al final todos son opacos porque los matiza. Una sesión puede durar hasta dos horas.

“Entiendo que en el taller hay más comodidades y me protejo de la lluvia, pero desde aquí, un lugar más complejo, veo esa parte iconográfica de la ciudad que me transmite silencio. Me llama mucho la atención la singularidad que tiene la forma del morro”, cuenta este artista nacido en Apartadó, Urabá antioqueño.

Casi todos los días, desde el año pasado, Jesús arma su silla de plástico y se sienta en las escaleras en espiral del puente.

Pintar El Picacho, la pasión de Chucho desde hace 365 días

Fotografía: Edwin Bustamante.

El Picacho lo ha pintado desde muchos puntos: el cerro El Volador, la terminal del Norte y Moravia, pero estas escaleras en espiral, por las que la mayoría de personas no caminan sino que corren, lo embrujaron por la dinámica que se vive alrededor.

“Al principio nadie de mi círculo cercano sabía que yo me venía para acá a pintar. Cuando les empecé a contar se asustaron porque este es un lugar tenebroso y complejo para mucha gente. Esto mide desde lo social lo que es el territorio, hay individuos que lo habitan y duermen, otros son vendedores ambulantes y otros limpian los parabrisas de los carros”.

Con los colores conversa. Primero intenta comprender los tonos que tiene al frente, y después los mezcla en la paleta antes de llevarlos a la tela. En este último paso es cuando se pregunta si está muy azul o muy rojo, si debe neutralizar o si se complementan.

El interés por pintar paisajes le surgió a partir de su gusto por la corriente del impresionismo: se formó como artista plástico en el Instituto de Bellas Artes de Medellín.

“Para mí siempre es un reto pintar y atinar en el color, ser muy puntual con la lectura del color en el ambiente, la práctica me ha dado una comprensión rápida”.

Es decir, la montaña la puede ver grisácea, pero tiene unas partes que van hacia lo violenta y otras hacia el rojo, y en las zonas más claras interpreta que hay un azul celeste.

Jesús dice que cada día El Picacho se ve diferente.

Pintar El Picacho, la pasión de Chucho desde hace 365 días

Fotografía: Edwin Bustamante.

El artista, de 42 años, cuenta que durante este proceso de pintar El Picacho ha vivido momentos tensionantes: el año pasado intentaron atracarlo, dos ladrones le querían robar el celular y le apuntaron con un cuchillo en la pierna. Salió ileso.

Pero no todo ha sido gris en esta aventura de Jesús. Una vez también estuvo a punto de encontrar el amor: entabló conversación con una mujer que pasó por las escaleras, hablaron varios días por WhatsApp. Pero jamás volvió a saber de ella, desapareció.

Otro día un habitante de calle se le acercó y le insistió en regalarle 2.000 pesos para que “se tomara un fresco”, como manera de reconocerle el trabajo.

La meta de Chucho es seguir esta serie que tiene como título Representación Geográfica hasta donde logre resistir, porque “venir todos los días no es fácil”. Espera que el resultado sean cerca de 40 retratos de lo mismo: El Picacho en diferentes momentos y en distintas tonalidades, pero con la misma esencia que tiene esa comuna.

CONTEXTO DE LA NOTICIA

PARA SABER MÁS ¿DÓNDE VER EL TRABAJO DE CHUCHO?

Los cuadros de Jesús Cataño inspirados en El Picacho son una serie compuesta por dos partes y que inició en febrero del año pasado. Los primeros retratos actualmente están en la exposición temporal El jardín de los senderos que se bifurcan en el Museo de Antioquia, y se pueden ver de lunes a sábado, de 10 a.m. a 5:30 p.m. Los últimos que está pintando serán exhibidos en ARTBO Fin de Semana en Bogotá, del 22 al 24 de abril.

Fuente: Artículo de internet. Pintar El Picacho, la pasión de Chucho desde hace 365 días.

Juan Alcaraz S.

Periodista. Hago preguntas para entender la realidad. Curioso, muy curioso. Creo en el poder de las historias para intentar comprender la vida.

Coda 
Los curiosos visitarán la cuenta de Instagram de Jesús Cataño @catano_jesus

Escrito el 07 de marzo de 2022.